Entre más de 900 sustancias químicas y biológicas identificadas actualmente en interiores, al menos 350 son compuestos orgánicos volátiles (COV), presentes en concentraciones inferiores a 1 ppb. Más de 20 de estos son carcinógenos o mutágenos conocidos. Aunque las concentraciones individuales son bajas, la diversidad de COV conduce a su clasificación colectiva como COV totales (COVT). Los efectos tóxicos combinados de múltiples COV que coexisten en interiores no pueden pasarse por alto.
Las categorías comunes de COVT incluyen alcanos/cicloalcanos, hidrocarburos aromáticos, alquenos, alcoholes, fenoles, cetonas y terpenos. Los daños más frecuentemente observados en los seres humanos incluyen irritación de los ojos, la nariz y la garganta, provocando síntomas como:
l Dolor ocular, sequedad, parpadeo aumentado y lagrimeo;
l Sequedad, dolor, epistaxis, congestión en la nasofaringe, junto con tos, ronquera y alteración del sentido del olfato;
l Inflamación y enrojecimiento de la garganta;
l Sequedad cutánea, picazón, escozor y eritema.
l En casos graves, niveles elevados de COV totales pueden causar disfunción neurológica, deterioro cognitivo y neumonitis alérgica.
Los métodos comunes de detección de COV incluyen cromatografía de gases con detección por ionización de llama (GC-FID), espectroscopía infrarroja por transformada de Fourier (FTIR) y detección por fotoionización (PID). Nuestra empresa recomienda encarecidamente los sensores de polímero sólido para COV de la empresa alemana SEC, que ofrecen varios rangos de medición, incluyendo 0–200 ppm, 0–1000 ppm, 0–2000 ppm y 0–5000 ppm. Estos sensores son fáciles de usar, rentables y ampliamente utilizados en industrias como la textil y el monitoreo de calidad del aire.

Noticias Calientes2025-10-29
2025-10-22
2025-10-28
2025-10-28
2025-10-28
2025-09-15